El río Xallas nace en el monte Castelo a una altitud de cuatrocientos metros, donde comienzan a discurrir los arroyos de Vilamaior, Castiñeiras y Bazar, aliados del Xallas a la hora de crear su cabecera.
El río va pausado y tranquilo durante los cerca de sesenta y cuatro kilómetros de su recorrido, hasta llegar a la altura de Olveira, donde el cauce empieza a ser encajonado por las orillas de granito, lo que se aprovecha para construir el embalse da Fervenza. Después habrá otras tres pantanos: Ponte Olveira, Castrelo y Santa Uxía.
En el año 1986 se construyeron estas presas que cegaron el final del río. En el año 2000, por orden judicial, se decidió volver a abrir el torrente de agua para devolver a la Fervenza de Ézaro, donde termina el Xallas su esplendor original.
Tras el embalse de Santa Uxía de Xallas, el río se encaja en un impresionante cañón de granito rosa donde el agua ha ido puliendo y dando forma a las rocas durante siglos.
Para entrar en el cañón del río Xallas, debemos coger la carretera que baja hacia el río y que está antes de cruzar el embalse, en su orilla izquierda. Al final de la carretera encontraremos un tunel cerrado con una verja y un pequeño espacio para aparcar. Allí dejaremos el coche y tomaremos un sendero que está un poco escondido por la vegetación, que nos lleva hasta el río.
No es posible descender por la orilla derecha del río, así que tendremos que cruzarlo por algún punto donde la corriente y profundidad del mismo, nos lo permita. Cuando yo he realizado la ruta, el río llevaba mucho caudal, por lo que no fue nada sencillo cruzarlo. Además el agua me llegaba a la altura de la cintura y la corriente era bastante fuerte. Aconsejo que lleveis bastones de senderismo para ayudaros.
Después el camino no es nada sencillo, ya que no existe sendero ninguno, sino que tendremos que ir sorteando, subiendo y bajando por las rocas que rodean el río. Es un camino difícil y con cierto peligro, ya que en muchos lugares está resbaladizo por el agua que cae del monte.
Después de haber recorrido poco más de 300 metros, que nos pareceran como diez veces más, hay un paso muy delicado y aéreo. Con el río crecido, este paso a unos 3-4 metros de caída sobre las rocas y el agua, se convierte en un dilema. No hay agarres para las manos, ya que la roca está lisa y el reborde por el que tenemos que caminar es menor de 10 cm. El peligro de caída era muy alto, por lo que decidí volver atrás y subir el monte hasta arriba.
Si hubiera podido pasar llegaría al puente que se observa en al fotografía anterior, continuando el camino por encima del muro de una antigua presa y conectando con un camino protegido con una valla con cuerdas en la otra margen.
En la fotografía siguiente, se puede observar el camino que existe en la margen derecha del río, con la protección de una cuerda. Asimismo, se ve una hermosa fervenza que cae desde lo alto del monte hasta el río Xallas, pasando por encima del camino. El monte del que cae se llama Alto Furado, con 394 metros de altitud.
El agua pasa por debajo de la antigua presa en forma de cascada de unos 9 metros de altura. Después de tener que subir hasta la parte superior del monte, bajé nuevamente a la orilla, para seguir disfrutando del espectáculo.
A continuación entré en la parte más bonita y espectacular de todo el barranco, las pozas del río Xallas. Normalmente en verano, que es cuando recomiendan hacer la ruta, el río baja con muy poco caudal. Pero, como podéis observar en las fotografías, el día que fui yo el río bajaba bravo por las lluvias de los últimos días y el desembalse.
Llegué a la primera gran poza. Se trata de un salto de agua de unos 15-20 metros de altura, dividido en dos por las rocas que hay en la parte central. La mayor parte del agua discurre por el lado derecho. Se forma una gran poza con agua cristalina.
No hay peligro alguno por acercarse hasta la poza, ya que las rocas que hay en los alrededores son bastante planas y estaban secas.
E inmediatamente el agua de la poza forma la segunda fervenza, que es la mayor de todas, con unos 30 metros de altura. Como siempre prima la seguridad, por lo que hay que tener mucho cuidado de no acercarnos mucho al borde del agua.
Esta segunda fervenza, mayor que la primera, se desarrolla en dos tramos, lo que le confiere una belleza incomparable. El agua inicialmente cae en una poza circular de unos 10 metros de diámetro, para formar otro salto final.
Se puede descender parte de la cascada (más o menos hasta la mitad), separándonos del río y bajando por la parte de atrás. Cuidado porque aquí hay zonas que mantienen la humedad.
Además nos servirá como balcón privilegiado para poder observar en la lejanía la cascada que desciende desde el Monte Alto Furado.
El camino termina aquí, ya que si queremos continuar tendríamos que hacer uso de cuerdas y nociones de alpinismo, que personalmente no tengo. Sin embargo, en estos lugares el tiempo se detiene, no hay prisa por volver. El esfuerzo realizado hasta aquí ha merecido la pena, por lo que estuve recreándome, sacando muchas fotografías. En la imagen siguiente se puede observar la poza intermedia de la fervenza más grande. Aquí el agua ha horadado la roca a lo largo de los siglos, creando estas maravillas naturales.
En el camino de vuelta, realicé una pequeña variación, para no tener que ascender hasta la parte superior de la montaña. Fui subiendo de forma progresiva al lado del río, subiendo en el último momento para superar la zona peligrosa.
Después de volver por el camino de ida, de volver a cruzar el río, cogí el coche y crucé el embalse de Santa Uxía de Xallas. Me paré del otro lado del Encoro y tiré de tecnología. Volé el dron dirigéndolo por el cañón hasta llegar a la Fervenza de Ézaro. La siguiente fotografía es una imagen cenital de la misma, con sus 40 metros de caída.
Volando aguas arriba, saqué la siguiente fotografía donde se puede contemplar como el agua ha ido horadando las rocas como si se tratara de un queso de Gruyere.
La fervenza lateral que íba viendo a lo largo de la ruta, surge por debajo del mirador de Ézaro y, en su bajada, pasa por encima del camino.
La idea de volar el dron a través del cañón fue sobre todo para fotografiar las dos grandes fervenzas con sus pozas correspondientes. Desde el aire impresionan todavía más.
En la imagen siguiente se puede observar la primera de las grandes fervenzas. Se puede apreciar como las rocas de la parte media han dividido las aguas del Xallas en dos partes, con dos fervenzas independientes.
Y para finalizar esta entrada, que dicho sea de paso debe ser de las más amplias que tengo en todo el blog, una vista aérea de la represa antigua y del camino que va suspendido en el aire por la margen derecha del río.
CARACTERÍSTICAS
1.- Localización: Para entrar en el cañón del río Xallas, debemos coger la carretera que baja hacia el río y que está antes de cruzar el embalse, en su orilla izquierda. Allí dejaremos el coche y tomaremos un sendero que está un poco escondido por la vegetación, que nos lleva hasta el río, que hay que cruzarlo.
COORDENADAS GPS: 42°54'54.85"N, 9°6'28.688"W
2.- Dificultad: muy difícil
3.- No está señalizada.
4.- No es apta para ver con niños.
5.- Ruta en WIKILOC
Espectacular, en otras comunidades estas rutas están respetadas y acondicionadas. Galicia Calidade
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